Al principio era un desconocido para mi y su cara no era un recuerdo en mi mente, al cabo de los meses me di cuenta que es un hombre pujante y demasiado trabajador o acaso ustedes se paran en una esquina a pleno sol candente por horas y no tanta eso sino con un uniforme que cubre todo su cuerpo hasta la cara. Definitivamente me le quito el sombrero y a pesar que el señor Andrés tiene su cara cubierta siempre muestra una sonrisa en sus ojos. No me quiero adelantar tanto porque quiero que ustedes conozcan su experiencia de vida. A parte de ello queridos lectores apoyemos nuestro rostro oculto de hoy.
Normalmente lo que hice fue una pequeña entrevista mientras el trabajaba en la calle entonces comencemos nuestro nueva sección de mi blog. El invitado en este espacio es el señor Andrés Portillo su ciudad natal es Venezuela con 49 años de edad disfruta escuchar música y hacer ejercicio.
Trabaja desde los 12 años salió de su país para un tener mejor bienestar, desde el 2022 esta en Colombia buscando un empleo estable e incluso sus hermanos llegaron al país sin embargo el es consciente que muchos de sus paisanos le han creado una mala imagen a aquel venezolano honrado que busca superarse entonces a el le ha tocado muy duro. Antes trabajaba como oficios varios en un gimnasio y ahora trabaja como empleado de vive 100 en las calles. A el le inspira Dios, sus hijos y sus padres, ya fallecieron al igual que sus hijos al estar en el vientre de su pareja. Sus hermanos en vez de apoyarlos se han alejado de él y actualmente vive solo en Barranquilla.
El siente que no somos agradecios con Dios porque a pesar que nos brinda todo y en vez de creer en el a veces las personas se desvian un poco y la fe queda opacada en uno mismo debido a todos los problemas. La creencia en Dios siempre la ha tenido incluso lee la biblia y ora constantemente. El mensaje que el le dice a nosotros los jóvenes es valorar la enseñanza que nos dan nuestros padres, y es muy importante pensar antes de cometer un acto que nos genere una consecuencia negativa en nuestras vidas. Por último, tener la creencia de el mismo es lo esencial y acudir siempre con el apoyo de la familia antes de cometer un gran error.
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