Las calles se pintan de rojo y blanco, los semáforos cambian de dirección hacia el Metropolitano. Un 7 de agosto de 1924 nació el anhelo de cada barranquillero. Viviendo grandes alegrías y emociones desde aquellas fechas siguiendo más vigentes que la reina Isabel. Poniéndose la camiseta sin saber que esperar en la final contra Medellín. Con la fe intacta en todo el caribe colombiano.
Espíritu juniorista respira la ciudad de Barranquilla, cantando a todo pulmón con sus barras bravas. Recordando con nostalgia Iván René Valenciano su máximo goleador. Tatuando con sangre y sudor el escudo del junior. Aquellos devotos a la virgen encienden una vela en su hogar para ser victoriosos en aquel evento magno.
Dicen por ahí que desde el 2020 se anhela la décima y este año puede ser una realidad que cayará a muchos. Imagínate tu amanecer con el cielo pintado de 10 estrellas que retumban la ciudad a punta de picos en cada esquina. Con seguridad el carnaval será motivo para celebrar eternamente con toda la hinchada.
No todos como yo le tienen amor al fútbol pero que bacano sería enmarcar ese orgullo barranquillero izando la bandera del rojiblanco.
"Junior marcando historia desde los años jupa, por algo es tu PAPÁ"
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