Desde finales del año pasado yo quería ir a este restaurante más que todo por su música porque los miércoles tocan jazz. Este año ya he ido varias veces a la Aduana pero nunca tuve la oportunidad de ir a este lugar. El día de ayer, yo asistí a un conversatorio en el auditorio Mario Santodomingo y cuando estaba escuchando la charla se me ocurrió la idea de ir a Aduana piano bar que queda justo ahí. Pero les cuento que lo más triste fue que llegué my temprano y el show de música empezaba más tarde. Sin embargo eso no quitaba mis ganas de tener una experiencia gastronómica en el lugar.
Al llegar estaba hipnotizada por todos los cuadros espectaculares que rodeaban en sus parejas y unos pisos con valdosas blanco y negro alucinante. Sinceramente, me sentí como en los 80's algo que me encanto. Me senté en mi silla y lo primero que veo fue la sonrisa del mesero preguntandome si yo deseaba algo para tomar o comer. Inmediatamente cuando se retira me paro y empiezo a grabar rincones porque estaba guardando contenido para publicar mi primer blog en vídeo. Ahora vamos a lo que nos interesa, como plato fuerte pedí una pasta Amatricciana que tenía salsa napolitana y tocineta y lo acompañe con una soda de Lychee. La pasta tenía un sabor dulce que fusionaba con un toque de picante, fue alucinante y la soda súper deliciosa. Así que yo a ojos cerrados te recomiendo Aduana piano bar.
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