No es sólo un número es la experiencia que va más allá de esos dos dígitos, desde muy pequeña me ha gustado intentar nuevas actividades desde modelaje hasta natación. Siento que una de las claves de la felicidad es vivir intensamente hasta perder los estribos. Estos 30 años me han enseñado tanto sobretodo ser una mujer resiliente que aunque no es la más fuerte he aprendido a levantarme otra vez con mi mirada en alto. El 21 de junio me levante dichosa y muy alegre porque les admito que me encanta cumplir años, yo tenía un sueño frustrado de bailar samba con una batucada y lo pude hacer en mi cumpleaños y les cuento una vaina eso cansa de una manera impresionante pero hice lo que quería hacer. Doy gracias por estos años de vida y yo prometo que cada día aprenderè a ser una mejor versión de mi misma.
Es irónico porque de niños uno quiere ser adulto y al serlo uno quiere volver a esa época de la niñez y me parece un poco loco porque la esencia de la vida es ir quemando cada etapa y si no la aprovechaste pues te fregaste. Yo soy una loca por la vida y les cuento que eso me ha hecho crecer de una manera exorbinante, les aseguro que sé lo que haré hoy pero mañana aún no lo sé y eso es porque trato de no adelantarme a los hechos sino vivir esta montaña rusa que sube y baja sin importar cuan fuerte vas caminando en esta vida sabrosa.
Soy una mujer que irradia alegría y si un día me ven con la cara deprimida o triste preocupense porque siempre trato de mostrar la mejor cara aún si me siento triste. En muchas ocasiones me pongo a pensar que Dios ha sido maravilloso conmigo porque he gozado tanto con una energía explosiva, estos 30 años espero aprovecharlo locamente porque loca si soy. Abro los ojos y me doy cuenta como pasa el tiempo volando y lo único que yo quiero es gozarlo como el carnaval de Barranquilla.
Mis tres décadas serán una sola gozadera.
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