Derraman sobre su fina tez ese verano que nunca olvido.
Nunca imagino que pelo a pelo dejaría cada huella impregnada en la arena. Aquella que se va con la fuerza de las olas y nunca regresan más hasta esa orilla infinita.
Pensamientos retumban en su inconsciente pero que va, inconscientemente pasará.
Su piel va cayendo y transformándose como escamas de una monarca, digna de admirar y retumbar y aunque muy seria es ella por dentro respira nobleza en sus antenas.
Muda eres y muda serás porque el sabio dicho nunca olvidará.
Talones callosos se desprenden de ella y sin importar el que dirán esa mujer sigue sus pasos sin mirar atrás.
Naciendo pétalos desde su paladar.
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