Últimamente me he dado cuenta que suele pasar que nosotros los jóvenes nos presionamos de una manera exagerada diría yo. Para muchos no es un secreto que el éxito no sólo se refleja en bienes o títulos, aquí va la vaina que quiero tratar de comprender.
Todos en este siglo, momento y tiempo tenemos propósitos aunque suene un poco trillado. Siento que nos hemos enfocado en algunos obstáculos que algunas veces son como las hojas que caen pues es algo momentáneo que hacen un poco de mugre y molestia en la calle aún así las arrastramos con los pies.
Verdaderamente cuando surge esa carga que va en tu ser interior, cómo que uno se cansa de empujar esas ruedas desgastadas y chuecas. Saben algo, cuando uno no lo está buscando aparece como un fantasma y es como tan perfecto que se ve irreal. Entonces como que se vuelve una hojita sin importancia.
Es muy normal que existan días caóticos que no queremos ni comer y menos socializar. Tu te estás empujando o arrastrando? Cualquiera que sea tu respuesta, esas ruedas de tu carretilla están en movimiento, sea bueno o malo pero lo bacano es que lo intentas todos los días sin conocer la palabra derrota.
Echemole ganas porque la vida es amarga y bien sabrosa.
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