Amigos sin derechos

Son las 12:52 de la madrugada, 9 de octubre y me pongo a pensar que voy a escribir en mi columna, pero se me viene a la mente una conversación que he tenido con varias personas sobre una relación de amistad entre una mujer y un hombre. Recuerdo que le comenté a mí cuñada que salgo con un amigo de vez en cuando y ella me comenta que en realidad la única manera que una pareja de sexos opuestos salgan es porque tienen una conexión que va más allá de la amistad. Luego estos días en el trabajo durante la hora de almuerzo, ese tema se volvió a relucir y la mayoría en la mesa eran hombres y dijeron que incluso se sienten más cómodos con las mujeres a la hora de tener una amistad más cercana con ellas. Y, ojo yo no estoy diciendo que tienen una conexión sexual solo que hay un feeling en dónde también normalmente tienen gustos en común como caminar, salir a comer, música en general, etc, maneras de ver la vida, tantas vainas que se me vienen a la cabeza.

La amistad no tiene por qué ser romántica es importante entender que una relación de amistad no tiene un guión predeterminado. No todas las interacciones entre hombres y mujeres deben terminar en una relación amorosa o en una atracción física. Muchas veces, las personas desarrollan conexiones genuinas basadas en intereses comunes, apoyo mutuo o simplemente la empatía. Además hay que valorar la diversidad porque la amistad entre hombres y mujeres ofrece la posibilidad de conocer diferentes perspectivas sobre la vida. Los intercambios pueden ser enriquecedores y profundos, ya que cada uno tiene experiencias y visiones que el otro puede no haber considerado nunca. En pocas palabras es una amistad bacana sin cero prejuicios y complicaciones.

El punto es que en realidad considero que estamos como un poco chapados a la antigua porque si tú dices que saldrás con un amigo automáticamente la gente cree que existe un vínculo amoroso con esa persona pero lo que en verdad sucede es que es un amor sincero, algo así como unos hermanos que siempre están ahí en la oscuridad y en la luz de sus vidas. Además para tener una relación que va más allá es primero cosechar esa amistad y luego existe la posibilidad de que remotamente sea una relación entonces ajá todo empieza por una amistad. Yo tengo algunos amigos hombres y con ellos comparto muchos momentos y de cada uno de ellos he aprendido mucho y me han aportado la amistad sincera sin rollos psicológicos ni nada de esas vainas tóxicas.

Es una amistad totalmente sana en donde somos amigos sin derechos.